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viernes, 13 de agosto de 2010

Casillas salva al Real Madrid.


Tal parece que en tierras alemanas y especificamente en la casa del Bayern Munich El Real Madrid sólo vive de sufrimientos, una penitencia deportiva que va de la Liga de Campeones a los amistosos, como en esta ocasión. Rara vez consigue hacer gala de su buen foot ball allí el Madrid.

Da igual quien lo entrene, quien se ponga su camiseta y cómo se llamen los futbolistas rivales. Los tormentos que antes pasó en el Olímpico ahora los padece en el modernísimo Allianz Arena, nuevo escenario para antiguas agonias....todos menos a Casillas, que volvió a ser el mejor, el salvador. Eso tampoco cambia.

Por lo vivido en el partido no fue un dia para ilusionar al madridismo, y por los gestos creo que tampoco a Mourinho.
En el debut; Khedira estuvo demasiado perdido en el centro del campo, sin encontrar nunca su sitio. Carvalho lo pasó mal, como toda la defensa. Los continuos despistes de Sergio Ramos tampoco le ayudaron.

Presentó José Mourinho el que puede ser perfectamente el once ideal de este nuevo Madrid, con la salvedad de Garay, que ocupó el sitio del lesionado Pepe. Xabi Alonso se situó por delante de la defensa, con Khedira intentando moverse por delante en la primera parte y situándose junto a él en la segunda. La derecha fue para Pedro León, la mediapunta para Canales y la izquierda para Cristiano. Higuaín fue la referencia arriba. Un dibujo interesante, pero al que le falta la coordinación y el trabajo lógicos a estas alturas de la pretemporada. El Madrid está a dos semanas del comienzo de la competición oficial y el Bayern inicia la Copa en dos días y la Bundesliga en una semana. Se notó el mayor rodaje de los alemanes y que es un conjunto construido desde hace un año. Los pasos que ahora anda Mourinho ya los recorrió doce meses atrás Van Gaal en Múnich. El comienzo dubitativo derivó en un final de campaña espectacular, con doblete de Liga y Copa.

La presión del Bayern y la velocidad a la que ejecutó todas sus acciones ahogaron al Madrid, al que le faltó aire para recuperar el balón y soltura para moverlo. Mejoró ligeramente en la segunda parte, pero no lo suficiente para dejar de sufrir. El Madrid estuvo lejos de ser el equipo que busca Mourinho. Tiene mucho trabajo por delante el portugués y también tiempo de conseguirlo antes de que comience la competición.

Pero las carencias futbolisticas del Madrid y los embates de un Bayer muy superior los difuminó Casillas, que regaló una actuación espectacular, con no menos de cinco intervenciones decisivas, incluido el penalti que detuvo a Badstuber nada más empezar. Lo cometió Ramos sobre Ribéry, una verdadera pesadilla para la defensa blanca.

Lo pasó mal Cristiano, que apenas recibió balones y convirtió cada ataque en una cuestión personal, él contra el mundo. Eso tampoco ha variado, aunque esta vez tenía coartada, porque el Madrid apenas fue capaz de construir nada de juego. Tampoco con los cambios. La entrada de Lass, Van der Vaart, Di María Granero y Benzema dio oxígeno al equipo, pero no ideas, el principal alimento de los equipos campeones. La entrada de Granero por Carvalho dejó la anécdota de la noche, ya que desplazó a Xabi Alonso hasta el centro de la defensa.

Continuó perdiendo balones el Madrid en el centro del campo, los ataques fueron un tiro al aire de Cristiano o Benzema, y el Bayern controló la situación como quien la controla sabiéndose superior pero sin terminar de fiarse de quien tiene delante. Y es que eso es algo que nunca perderá el Madrid, la capacidad para intimidar al rival sólo con su nombre. Claro, que en Múnich fue de lo poco que tuvo. Eso y a Casillas, que alargó su magnífica actuación hasta la tanda de penaltis, donde detuvo dos lanzamientos. Iker es el más grande.

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