Özil, el "Messi" de Alemania

Un partido del Mundial del alemán de origen turco Mesut Özil bastó para catapultarlo al primer plano de la atención mundial. El centrocampista ofensivo de 21 años encarna el moderno diez que tanta falta hacía a la selección alemana.

El entrenador, Joachim Löw, está encantado y los clubes punteros empiezan a tomar posiciones. "Posee un nivel muy alto, como lo prueba la facilidad con que efectúa sus pases mortales", se entusiasma Löw.

Pero el técnico titubea antes de responder a la pregunta de si al jugador del Werder Bremen, a quien sus compañeros llaman hace ya tiempo "Messi", se le puede calificar de "clase mundial" en un solo partido. "Para ser de clase mundial se precisa constancia en el rendimiento", contestó Löw. "Para seguir en la cumbre hay que caminar un largo y pedregoso camino".

Özil pueda seguir quizás ese camino ya en Sudáfrica. 73 minutos le bastaron en el 4-0 contra Australia para maravillar a los aficionados con su brillantez y atraer sobre sí la atención del mundo del fútbol. Özil satisface un anhelo que el veterano internacional Miroslav Klose lleva en el corazón. "Hemos buscado y necesitado siempre un diez. Mesut es muy importante para nuestro juego".

Horst Hrubesch, técnico de la selección sub 19 alemana, se deshace en elogios: "Alabamos a Wayne Rooney, a Cristiano Ronaldo o a Messi. Pero a Messi lo tenemos nosotros aquí. Nuestro Messi es Özil. Es el talento de la década", dijo al diario "Frankfurter Allgemeine Zeitung" de hoy.

Todos aman a Özil, pero él sigue modesto. Tras su apenas undécimo partido internacional no hace el menor comentario elogioso sobre sí mismo. "Me alegro porque el equipo me ha respaldado de modo fantástico", dijo tras la excelente actuación en su debut mundialista el domingo.

Con el pie izquierdo acaricia el balón e instintivamente efectúa los pases mortales entre la defensa contraria. Un juego de niños, opina Özil. "Mis compañeros corren al hueco y yo juego el balón allí" dice con secillez, y agrega: "Y puedo dar esos pases porque los delanteros se mueven muy bien".

Los responsables del Bremen seguirán con sentimientos encontrados las actuaciones de Özil en el Mundial. El manager, Klaus Allofs, se sentó en Durban en la tribuna; el entrenador, Thomas Schaaf, en casa ante el televisor. "La forma en la que se presenta ya es digna de mención", escribió Schaaf en una columna que publica este 15 de junio el diario "Weser Kurier" y añadió: "Resulta divertido ver cómo juega".

Así lo pensarán también sin duda los clubes punteros de Inglaterra, España e Italia, pues el Mundial es un escaparate en el cual Özil se convertirá en codiciado artículo de lujo si continúa con brillantes actuaciones.

Este año expira su contrato en Bremen y su valor de mercado asciende sin cesar. Pero en el tema futuro, el ofensivo Özil se torna defensivo. "No digo nada sobre el asunto. Ahora me concentro en el Mundial".

En Sudáfrica tiene grandes deseos: "Estamos hambrientos de éxitos. Nuestro sueño es ganar el título, para eso estamos aquí", dijo Özil, campeón de Europa sub 21 en 2009. "Hemos demostrado que tenemos un equipo fuerte".

Löw es feliz de que Özil, nacido en Gelsenkirchen, se haya decidido por Alemania y no por Turquía. Özil es parte de un desarrollo multicultural que abarca también a la selección alemana de fútbol. Once de los 23 jugadores del equipo en el Mundial tienen raíces extranjeras.

"Özil, Tasci, Cacau, esos jugadores se identifican con la nación alemana y con el águila en el pecho. Juegan con total entrega por Alemania aunque tengan otras raíces", dijo Löw.